Ymir es mi Aliento,
Ymir es mi Fuerza,
Ymir es mi Devoción,
Debo morir por él ... Y por mi salvación en el Valhalla...
El shemita descargó su alabarda con una fuerza sobrehumana sobre mi costado, la hoja de acero traspasó el metal como si de pergamino se tratase, cortando carne y hueso a su paso...
...mientras me hundo en la oscuridad pronuncio la oración para entrar en el Valhalla...
"He aquí que veo a mi padre
he aqui que veo a mi madre,
a mis hermanas y mis hermanos
he aqui que allí veo
el linaje de mi pueblo
hasta sus principios
y he aquí que me llaman
me piden que ocupe mi lugar entre ellos
en los atrios de Valhalla
el lugar donde viven
los valientes para siempre."
Abrí los ojos, ya no sentía dolor ni rabia, estaba en el Valhalla, en la tierra de mis ancestros; Ymir estaba allí, me llamó con su atronadora voz:
"Gunnar...todavía no ha llegado tu momento, vuelve y lucha por aquello que crees"
Mi visión se tiñó de sangre, por mis venas circulaba el gélido aliento de Ymir, una Ira capaz de arrasar un Imperio poseyó mis músculos...
Cuando conseguí dominar mis instintos vi los cadáveres mutilados de mis enemigos a mi alrededor y mi cuerpo bañado en sangre impía...
Fragmento de las CRÓNICAS DE TIBERIO (Cap. 4 - La devoción de los valientes)
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