En el principio era el fin, pues su sustancia es la misma.
Lo que era no será y lo que nunca fue tomará cuerpo,
acabará donde empezó, para terminar de nuevo en el mismo lugar.
Oscuridad y luz son su esencia y su magnitud.
Siendo la luz el final del caos y la oscuridad el final del orden que reinará.
El engranaje del universo está a punto de volver al principio, para comenzar de nuevo pero en sentido inverso. El reloj de los seres humanos está a punto de llegar a la hora 13. Dios, en su infinita bondad, adelantó el reloj de los seres humanos para darnos algo más de tiempo, pero no mucho, y el reloj ya ha llegado a la hora 13, y ya sabemos que estamos en el principio del fin.
Durante centenares de años, los seres humanos han sabido del despertar de RAGNAROK. Algunos han querido adelantar los acontecimientos, otros pararlos. Los siete fragmentos están dispersos en la Tierra y seis de ellos ya han sido encontrados, los poseen ellos, y nadie puede encontrar el último, el que falta para que todo vuelva a comenzar, pero al revés.
Las criaturas de la Oscuridad lo saben, y están alegres y demasiado activas, saben que sus antagonistas de la Luz están preocupados y pierden poder a medida que el tiempo pasa. Tienen miedo...
"Conscientes de que no debían, ni podían, interrumpir la fina trama escénica que ante sus ojos acontecía, no hicieron nada salvo observar y tomar datos. Fue durante esos instantes de espera cuando reparó en el tele-fax.
La hoja escueta y descorazonadora, decía así:
DIÁSPORA
Por un momento le faltó el aire. DIÁSPORA significaba el final de todo. Como sospechaba la referencia del envío no pertenecía a Edimburgo, sino a Londres. Sólo había una persona que conocía la clave del tele-fax del grupo XIII y que no estaba en la sede de la Merrick House. Volvió a leer la pagina impresa y supo que algo grave había ocurrido, y que jamás volverían a Edimburgo. Sabía de antemano lo que tenía que hacer, los lugares a los que debían de dirigirse, y la ruta que seguirían para desaparecer..."
Los aliados de la Luz cada vez son menos y están más débiles. La mayoría de los seres humanos desconocen lo que se les avecina, pero unos pocos conocen la "verdad", bien sea porque la han buscado o porque se han encontrado con ella. A ellos les pertenece el derecho de decidir qué hacer con el tiempo que se les ha dado, ellos pueden decidir hacer algo, algo que no tiene como premio dinero ni reconocimiento, si no el destino de la humanidad ¿Estás dispuesto a morir por tus semejantes? |